En el panorama de la gestión de flotillas, los avances tecnológicos y las demandas de sostenibilidad están redefiniendo las prioridades. En 2025, se espera que las decisiones estratégicas en este ámbito giren en torno a tres pilares principales: electrificación, telemática avanzada y estrategias de sostenibilidad. Estas tendencias no solo buscan optimizar las operaciones, sino también cumplir con las crecientes regulaciones ambientales y mejorar la rentabilidad empresarial.
1. Electrificación como prioridad estratégica
La electrificación de flotillas será un enfoque clave debido a los beneficios económicos y ambientales. Los vehículos eléctricos (VE) presentan un costo total de propiedad (TCO) significativamente más bajo en comparación con los vehículos de combustión interna, gracias a menores costos de mantenimiento y combustible. Según un informe de Geotab, el 69% de las flotillas en EE. UU. planean adoptar vehículos eléctricos en los próximos años, impulsados por incentivos fiscales y normativas ambientales más estrictas. Además, herramientas como la evaluación de idoneidad de VE de Geotab permiten identificar qué vehículos de una flotilla pueden ser reemplazados por modelos eléctricos, maximizando la eficiencia operativa.
2. Telemática avanzada para decisiones basadas en datos
La implementación de tecnologías telemáticas será esencial para mejorar la visibilidad y control de las operaciones. Las soluciones actuales permiten monitorear en tiempo real aspectos como el consumo de combustible, el diagnóstico del motor y el comportamiento del conductor. Esto no solo reduce costos por averías, sino que también mejora la seguridad al identificar hábitos de conducción riesgosos. Por ejemplo, VEC Fleet ofrece una plataforma que integra datos telemáticos para automatizar procesos, lo que resulta en una gestión centralizada y más eficiente de la f lotilla.
3. Compromiso con la sostenibilidad
La sostenibilidad ya no es opcional; es una exigencia del mercado. En 2021, el transporte representó el 28% de las emisiones de gases de efecto invernadero en EE. UU., de las cuales el 81% provino del transporte por carretera. Las empresas están adoptando medidas como la optimización de rutas y la reducción de tiempos de inactividad para minimizar su huella de carbono. Además, los programas de electrificación gradual permiten a las empresas probar la viabilidad de los VEs antes de una adopción masiva.
Impacto esperado
Estas estrategias pueden generar ahorros de hasta un 30% en costos operativos y reducir significativamente las emisiones de CO2, alineándose con metas corporativas y regulatorias. En el caso de flotas sostenibles, la optimización del uso de recursos y la incorporación de vehículos eléctricos ofrecen beneficios económicos y fortalecen la reputación empresarial como líderes en responsabilidad ambiental.
Conclusión
Las empresas que prioricen la electrificación adopten tecnologías telemáticas avanzadas y sigan un enfoque sostenible estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del mercado en 2025. Aprovechar estas tendencias no solo mejora la competitividad, sino que también refuerza el compromiso con el medio ambiente.
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